1958 - Eternidad...

1958 - Eternidad...
Detrás de cada nube se esconde un rayo de Sol

domingo, 22 de abril de 2012

Cap 17:Give in to me




En aquel momento...Un puñado de lágrimas asomaron por mis ojos...
-¡Mi príncipe!
Corrí lo máximo que pude para llegar hasta sus brazos.Observé como él también abrió sus brazos y dio unos cuantos pasos hacia delante,y una sonrisa comenzó a dibujarse en su hermoso rostro...
Nos fundimos en un tierno abrazo mientras que las lágrimas no cesaban de acariciar mis mejillas...Sentí su cuerpo caliente,su perfume impregnando mi cuerpo y su cálido aliento en mi nuca.
Una lágrima cayó sobre su cuello y sentí como se estremeció.Intentó separar nuestros cuerpos,pero yo no quería,de modo que lo presioné una vez más contra mí.Oí su dulce risa,y esta vez me estrechó mucho más fuerte.Pero me daba igual.Lo único que yo quería era volver a tenerlo cerca de mí...
Cuando nos hubimos separado a menos de 5 centímetros.Yo tenía mis manos posadas en su cintura,me aproximé hacia sus labios,cuando faltaba menos de 1 milímetro,dio un respingo hacia atrás.Vi como su cara se iluminaba con una sonrisa.A continuación,me pilló por sorpresa y fue él el que buscó mis labios con urgencia,y yo se los ofrecí en bandeja.Poseían un sabor a chocolate con fresa y eran suaves....Le mordí el labio inferior y retomamos nuestro apasionado beso a la vista de mi amiga, y todo curioso que quisiera mirar.
¡Andra y Daniela me miraban con la boca abierta!
-¡Pues sí que lo echabas de menos!
-¡Y no te cortas ni un pelo!-Mike sonrió de manera tímida.
-¡No te rías,que tú tampoco te quedas atrás,eh Mike!
Pasó uno de sus brazos por mis hombros,mientras que me volvía a besar en la frente.
-¡Oinss!-Dijeron a la vez.
-Te amo.-Me susurró
Fuimos a la limosna de Mike que nos esperaba a la salida del aeropuerto.
-¡Entonces tú lo sabías todo!-Asesiné a Michael con la mirada.
-Sí.
-¿Y por qué no me dijiste nada?
-Porque quería ver tu cara de felicidad.
-Entonces...¿el adulto responsable eres tú?
-Así es.-Me guiñó un ojo.
La verdad es que no me importaba mucho que no me lo hubieran dicho,porque había sido un bonito gesto por su parte,y tenía un buen motivo.
-Te quiero enseñar la casa que he comprado.
-¿No tenías casa?-Intervinieron mis amigas de manera divertida.
-Sí tenía,pero hasta hace poco,vivía con mis padres.
-Estoy cansadísima.-Dijo Daniela.-En cuanto llegué me voy a echar a dormir.
-Yo también.-Dijo Andra,mientras yo esbozaba una sonrisa de satisfacción.
LLegamos a una puertas enormes que llevaban unas letras que al parecer ponía ``Neverland´´.
-¡Uau!-Aquella palabra no cesaba de salir de mi boca.
Llamó a un sirviente y le pidió que les enseñara las habitaciones a Daniela y Andra.
-¿Y mi habitación?-Pregunté.
-Tú duermes en la calle.-Dijo bromeando.
-Ja-ja-ja...No,en serio.-Me besó dulcemente.
-Tú no tienes tu propia habitación.-Le miré incrédula.-Tú compartes habitación conmigo.
-Entonces vas a ser mi compañero de cuarto...-Le miré seductoramente.
Me devolvió la mirada y cogió mis malatas para llevarlas a la habitación.
-¡Uau!Mike,es inmensa.-Dije realmente asombrada.
Cerró la puerta y dejó las maletas en un rincón.
Me dirigí a la ventana,bastante grande,por cierto.Estaba contemplando el atardecer.
Cuando,de repente,siento unas manos rodear mi cuerpo que me hacen estremecer al instante,apoya su cabeza en mi hombro y me da un beso lento en el cuello y yo cierro los ojos,y me abandono.Me dejo llevar,sueño despierta.
Me di la vuelta,contemplé su dulce mirada e inocente.Acaricié su rostro de manera delicada.Me hacía sentir bien,protegida,sabía que cualquier cosa que me pasara,él iba a estar ahí,conmigo,ayudándome,sosteniéndome y no dejándome caer jamás...
Dejé escapar un suspiro y unas lágrimas emanaron de mis ojos,le abracé y no dejaba de acariciarme la espalda.
-No te preocupes,jamás te abandonaré.
-¿Me lo prometes?-Pregunté con los ojos anegados en lágrimas.
-Te lo prometo mi pequeña.-Me dijo mientras me besaba fugazmente y pasaba su mano para secarme las lágrimas.
-¿Qué te parece si te enseño el resto de la habitación?
-De acuerdo.-Sabía que lo hacía para hacerme olvidar problemas.
Mi ángel,mi más precioso ángel...Me enseñó el resto de la habitación,tenía un bañó enorme,con una bañera con forma circular y un espejo bastante grande.
La cama era dorada,al igual que toda la habitación más o menos,lo digo porque éste era el color predominante en la habitación.
-¡Es preciosa!-Dije con una sonrisa en el rostro.-Pero nada se compara a ti...
-¡Otra vez echándome flores!-Le contagié la risa.-A este paso,me vas a dejar sin armas de conquista.
-¿Ah,que usas armas de seducción?-Le miré de manera diferente.-Porque a mi me has dejado totalmente desarmada.
Me le acerqué muy despacio,sin dejar de mirarle de aquella manera,fijamente a los ojos.Me mojé los labios y me mordí el labio inferior.
Me acerque a sus labios,pero en el último momento,me detuve y dejé que fuera él el que se inclinara sobre mí.Quería sentir su sed,las ganas que tenía.
Nos besamos de manera muy pasional.
Rodeó mis caderas con sus grandes manos.Las mías subieron hasta llegar a su cuello.Cada roce de nuestras lenguas,era una explosión de sentimientos.
Llevé mis manos hasta el cuello de su camisa y comencé a desabrochársela.Entonces sentí como reía.Dejé de besarle y le miré.
-¿Cuál es la gracia?-Dije sin dejar de sonreír.

-Más que nunca.-Le devolví la sonrisa y continué besándole.

(Este capítulo,va para las fans perverts,espero que disfruten)

Una vez más,me atrajo hacia sí y movió su cabeza hacia la derecha y sentí como comenzaba a besar mi cuello delicadamente y me quitaba la camiseta que llevaba dejando al descubierto mi sostén.
Entonces...Empecé a sentir el contacto de su mano con mi piel desnuda.Cada caricia suya hacía que mi piel se erizara y que mi voz temblara.
Su pantalón de deslizó hasta el suelo y pude ver con claridad como algo comenzaba a crecer.Me quitó la falda que llevaba encima y ambos la ropa interior,dejando al descubierto nuestros cuerpos lozanos.
Comencé a mirarlo de arriba a abajo,tanto que me quedé embobada mirando hacia una parte de su cuerpo.
-Eh...-Comenzó a reír Mike.-Estoy aquí.-Alzó mi mentón haciendo que lo mirara a la cara y me besó.
Estábamos muy próximos el uno del otro,cuando de repente,noté algo duro entre mis piernas.Justo entonces,mis pechos comenzaron a erguirse y a adaptar un tamaño considerable.
Michael se dio cuenta y me susurró al oído:
-No te asustes...-Su voz dulce y cálida,intactamente firme,me hicieron estremecer.
Me recostó en la cama y se  me puso encima.Recuerdo que su miembro acariciaba firmemente mi vientre,haciéndome cosquillas a veces,e impresionándome por el gran tamaño de su falo.
Sus besos comenzaron a bajar por mi cuello lentamente,hasta llegar a mis pechos,lugar en el cual se detuvo,los acarició y me mordió mi labio inferior.
Sus manos tocaban mis caderas y  mi abdomen desenfrenadamente.
Tocar su cuerpo,para mi era sinónimo de estar en el cielo,podía sentir su acalorada respiración y como en su cuerpo comenzaban a florecer pequeñas gotas de sudor.
Acercó su boca a mi oído:
-Tienes que separar las piernas.-Me indicó mientras tocaba mis muslos.-¿Estás lista?-Asentí con la cabeza,mientras él me mordía el lóbulo y descendía y volvía a subir hasta mi sedienta boca.
Cuando mis piernas se hubieron separado,sentí su miembro totalmente erecto.Su punta acaricaiaba mi entrada vaginal con fervor.
Sabía perfectamente que la primera vez dolía.Tenía miedo,pero a la vez me sentía protegida porque el hombre al que amaba profundamente,se encontraba encima de mí en aquel instante,y a la vez tenía ganas de que nos fundiéramos en uno sólo.
La apertura de mi feminidad se ensanchaba a mi medida que Mike me penetraba suavemente.
Su mirada penetrante interrogaba la mía en busca de dolor.Pero no me dolía.En vez de contestarle,lo aferré fuertemente y depositó un bello beso en mi frente
Continuaba penetrándome y haciéndome sentir cosas bellas.Cada vez que hacía una penetración profunda,no podía evitar exclamar un grito de dolor,pero se detenía ahí por unos segundos para darme tiempo a adaptarme.
Examinaba la cara de Mike en todo momento,como se esmeraba por hacerlo delicadamente y evitarme dolor alguno,y como su semblante,de repente cambiaba a uno lleno de satisfacción y soltaba pequeños gemidos.
Cuando hubo terminado,se recostó a mi lado y tiró la sábana blanca manchada de sangre al suelo.
-¿Te hice daño?
-No mucho.-Contesté feliz.
Me recosté en su pecho desnudo y le besé.Pude sentir su corazón acelerado relentizando poco a poco.Mike no dejaba de acariciar mi pelo y mi espalda.
Nos abrazamos mutuamente y nos relajamos hasta la mañana siguiente.

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