1958 - Eternidad...

1958 - Eternidad...
Detrás de cada nube se esconde un rayo de Sol

viernes, 5 de agosto de 2011

Cap 9:Para el amor no hay edad



En un momento de la noche,me desperté.Al ver a Michael a mi lado,me di cuenta de que todo era real.
Admirando su belleza mientras él dormía.Parecía un ángel.Podía sentir su respiración armoniosa.No pude aguantar más,no pude resistirme.
La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.Me acerqué a él y deposité en sus labios un tierno beso.Sentí mariposas en el estómago y noté como mi cuerpo se estremeció levemente.Lo hice con delicadeza,para no despertarlo.Nunca imaginé que fuera tan bello besar a la persona amada.Estaba en la gloria.
Después de eso,fui por un vaso de agua.
Una nueva sorpresa,al regresar,Michael no estaba en la cama,de modo que mis ojos recorrieron la habitación en su búsqueda.Por suerte,ahí estaba él.Observando la Luna llena.
Caminé hacia él muy despacio.Deslicé mi mano derecha y posteriormente la izquierda por su cintura.Él se dio la vuelta y me dedicó su sonrisa.
-Sabía que eras tú.-me dijo con un suave tono de voz.
-¿Ah si?
-Sí,no sólo porque te he oído abrir la puerta,también por el tacto de tus manos.
No supe qué decir.En ese momento era feliz con su sola presencia.
-He tenido un sueño extraño.¿Sabes?
-¿De qué se trataba?-pregunto con curiosidad.
-Estábamos sólos tú y yo,-hizo una leve pausa y me miró fijamente.Yo asentí para darle a entender de que seguía escuchándolo.-en esta habitación y en esta misma cama.-esta vez se detuvo un poco más que la vez anterior.
-¿Y qué pasó?
-Me dabas un beso.-Esto último,lo dijo con intriga-Lo más raro de todo,es que fue muy real,pude sentirlo.
En aquel momento me quedé con cara de póker.
Tenía unas ganas,de decirle que eso no fue un sueño,fue real.Pero me contuve.
Quise dejar que él se diera cuenta de mis sentimientos,si es que todavía no se había dado cuenta de eso.
-Te ves muy guapo a la luz de la luna.
No pude decir nada más,porque cuándo levanté la cabeza,nuestras miradas se cruzaron,no sé por cuánto tiempo,pero fue el suficiente como para acercarnos,más de lo que esperaba.Hasta unir nuestros labios en un perfecto broche.
Sentí fuego,sentí hielo,sentí de todo.Cosas hermosas.El tiempo se había congelado,el entorno de mi alrededor había desaparecido.Todo hasta quedar solos la Luna llena,él y yo.
Me acuerdo que en el ambiente,había una suave luz,la suficiente para vernos.
No se detuvo.Comenzó despacio,sin prisas,como si tuviera todo el tiempo del mundo.Y así lo era.Ese momento nos pertenecía,era nuestro.Nuestro y de nadie más.
Como ya he dicho,fue lento.Al principio sólo se tocaban nuestros labios.Cuando sentí que sus manos estaban en mis sienes y su cuerpo se pegó al mío.Podía oír los latidos de su corazón,y estoy segura de que él también los míos.
Hasta se me escapó una pequeña lágrima.
Se fue separando de mí lentamente,sin dejar de mirarme a los ojos.No tardó en darse cuenta de lágrima que había brotado de mis ojos.
De modo,que recorrió mi mejilla con su suave mano para secármela,mientras sonreía.
Y no era para menos,era mi primer beso.Y con el hombre de mi vida.
Mi reacción,aunque parezca extraña,estaba sonríendo.Me dijo:
-¿Me amas?
No me preguntó:``¿me quieres?´´,sino que me preguntó:``¿me amas?´´.
Querer también se le puede aplicar a un objeto,por ejemplo:Quiero una bici.
Pero amar...Amar sólo se le puede aplicar a las personas.
-Con toda mi alma.-contesté sin ninguna duda.
-¿Sabes que lo nuestro es imposible?
-Dicen que para el amor no hay edad.
-Tienes razón,y más después de lo que acaba de pasar.
-¿Entonces,estás de acuerdo en que esto es amor?
-Sí.Prométeme una cosa...
-Lo que quieras .-Dije con una sonrisa de oreja a oreja.
-Que pase lo que pase lucharás por lo que sentimos.
-Te lo prometo.
-Bien ahora,-Vi como se arrodillo.-¿Quieres ser mi princesa?
Sabía perfectamente a lo que se refería.No,no me estaba pidiendo matrimonio,me estaba preguntando si quería ser su novia.
-¡Claro que si,mi príncipe!
Luego nos fuimos a dormir.
Noté como Michael me daba un beso en la frente,mientras me decía:
-Que sueñes con angelitos,-y me susurro-y también conmigo.
Yo,por mi parte,me dediqué a darle un beso en la mejilla,decirle lo mismo y acurrucarme en su pecho.
No me había dado cuenta de que me había metido en el más grande de los culebrones de la historia.Y también en historia imposible.Éramos un dios y una mortal,un hombre y una niña.

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